miércoles, 7 de diciembre de 2011

LA FALTA DE MEMORIA HISTORICA EN EL SALVADOR… REABRIENDO HERIDAS QUE NUNCA FUERON CERRADAS

LA FALTA DE MEMORIA HISTORICA EN EL SALVADOR… REABRIENDO HERIDAS QUE NUNCA FUERON CERRADAS

A diecinueve años de finalizada la guerra en El Salvador y viviendo en “tiempos de paz.” Son muchos los que ya se olvidaron de hechos que no solo marcaron el pasado, sino el futuro del país. La falta de memoria histórica en nuestro país ha causado que las miles de vidas de hermanos salvadoreños ofrendadas en la guerra parezcan no haber tener sentido.

La década de los 80 en El Salvador es, sin duda alguna, una de las épocas  en general más  recordadas dentro de  la historia reciente del país, esta década está marcada por muchos hechos significativos (lastimosamente más negativos que positivos) que marcaron no solo el pasado sino también en gran manera el futuro de nuestro país. Doce años de guerra, que se extiende desde 1980 hasta 1992. Pero el inicio de esta guerra, se da en un contexto donde no se pueden dejar de lado hechos históricos como la masacre de campesinos en 1932 y posteriormente las sucesivas dictaduras militares que solo fueron oprimiendo cada vez más y de diferentes formas a la clase trabajadora del país. 

El inicio de la guerra fue solo un acto de ¡Basta ya! Expresado por miles y miles de salvadoreños cansados de no tener acceso ni siquiera a los más vitales derechos para todo ser humano como lo son: alimentación, salud y educación. Al mismo tiempo es donde se pone de manifiesto la experiencia ganada en décadas pasadas por diferentes organizaciones populares, y que llegan a tomar el liderazgo en el proceso revolucionario.  
 A pesar de que la guerra es parte de nuestra historia reciente y que aún es recordada por muchos salvadoreños, sobre todo los mayores de veinte años. No se puede negar que así también hay muchos más que ya olvidaron el verdadero sentido de esa lucha y que no han sabido conservar y defender los logros alcanzados y pagados con sangre de los miles de combatientes durante el conflicto armado. 

En la actualidad podemos observar dentro del ámbito político a personajes que estuvieron involucrados en la guerra y que incluso algunos de ellos de forma directa o indirecta participaron en la ejecución de atrocidades en contra del pueblo. Más indignante aun es el hecho de que en la actualidad personajes como Domingo Monterrosa Barrios y Roberto D’Abuissson sean considerados por muchos como héroes nacionales; cuando la verdadera historia de estos dos personajes lo que más resalta es su responsabilidad o autoría en  un sinnúmero de asesinatos sin justificación y cometidos con lujo de barbarie a población civil en su mayoría: mujeres, niños y ancianos. 

Hablando ya concretamente de lo que fue el conflicto armado, puede resaltarse la lucha desigual entre un ejército gubernamental, asesorado y financiado por el imperio yanqui. Y un ejército popular que dependía solo de su ingenio y valentía para salir adelante, viviendo el día a día. Sobre las condiciones en las que el pueblo vivía en ese entonces, ya se mencionó anteriormente la carencia de cosas elementales como alimentación, salud y educación. A muchas familias en ese entonces no les era posible comer los tres tiempos de comida al día, lo que causaba severos grados de desnutrición sobre todo en niños y ancianos; en salud la situación no era diferente no había acceso ni a los servicios básicos, por lo que eran víctimas de epidemias y todo tipo de enfermedades; en educación, muchos no sabían leer ni escribir y tampoco tenían la posibilidad de poder asistir a una escuela, todo esto quizá como herencia aun de un presidente (Maximiliano Hernández Martínez) que en el pasado habría expresado que quien exigiera su derecho a la educación debía de ser señalado como comunista. Gente que lo dejo todo para irse a las montañas a prepararse para la lucha; hombres y mujeres con la esperanza de mejores condiciones para ellos y sus hijos en un futuro cercano, aferrándose a la vida a pesar de las circunstancias. Hombres y mujeres con un gran amor a la vida y que al mismo tiempo al grito de: ¡Revolución o muerte! ¡El pueblo armado vencerá! Estaban dispuestos a ofrendar su vida por la causa.

Tras doce años de guerra, miles de vidas de hermanos del apoyo norteamericano invertidos en armas que solo sirvieron para destruirnos entre si y que bien pudieron haber servido para mejorar grandemente la situación de vida de los salvadoreños en ese entonces y por ende de las futuras generaciones. Y con muchos logros que fueron la suma de pequeñas victorias por parte del ejército popular: ¡Se firmó la paz!
Ahora a un poco más de 19 años de ese hecho histórico son muchos los que piensan y seguirán pensando que la guerra no tuvo ningún sentido, son muchos los que consideran a personajes como Roberto D’Abuisson y  Domingo Monterrosa Barrios como sus héroes olvidando, selectivamente quizás, que el segundo personaje fue el responsable de una de las peores masacres cometidas en esos años. Masacre cometida en contra de población civil inocente e indefensa. 

O peor aún que en la actualidad se siga insultando a nuestros mismos hermanos salvadoreños con expresiones como “los mata vacas” o “los bota puentes” a gente cuyo único pecado fue exigir sus derechos y llegar hasta una lucha armada por ello y para que las futuras generaciones tuvieran una vida mejor.
El olvido o el no reconocimiento de todos estos detalles ya mencionados y muchos otros, son el causante en alguna manera de que hoy estemos como estamos, pues si bien hubo logros y avances aún queda mucho por hacer.
Algunos escudaran su falta de memoria histórica en el pretexto de que: “no hay que reabrir heridas”…. Y me pregunto yo ¡¿Cómo reabrir algo que nunca se cerró?!

                                 Verónica Liliana González Chávez

No hay comentarios:

Publicar un comentario