OIGAN LA BALACERA.
Ahí vienen los muchachos, decía mi abuela, hay que estar
todos dentro de la casa, traigan el agua no valla ser que no podamos salir
decía mi madre, yo quiero ver quiénes son decía mi tía, están de todas la
edades decía un familiar, no se trata de una concentración la que recuerdo son
frases que en más de una ocasión, escuche siendo aun niño, poco o nada
comprendía que era lo que sucedía en aquella época de mi infancia, pues mi
madre poco también me explicó, pero tuve que aprender de lo que el resto de la
gente decía.
Eran las nueve de la noche con cinco minutos del un día
sábado de 11 de noviembre de 1989, recién había terminado de ver los
magníficos, ha bonito programa, bueno una seria para ser puntual, temprano
había visto los felinos cósmicos, mi caricatura de la época, pero la falta de
dinero no nos dejo viajar al oriente del país al municipio de Moncagua a la
velación de don Raúl, ha el señor que cortaba pelo cerca de la casa de donde mi
abuela, esto también forma parte de mis recuerdos.
Pero cuando el reloj marca esa hora se escucho en la
populosa colonia Bosques del Rio de Soyapango “SEÑORES LES SALUDO SU EJERCITO
AMIGO EL FMLN NO HAY POR QUE TENER MIEDO SOMOS EL PUEBLO Y ESTAMOS JUNTO A
USTEDES” así comenzó la ofensiva final
hasta el tope, que lidero una avanzada del ejército popular guerrillero, en un
intento por tomar el poder de los principales puntos estratégicos del Estado,
guarniciones militares, cuarteles y la misma casa donde estaba el presidente
Cristiani.
Durante años en la década de los ochenta el pueblo
representado por el ejercito popular se mantuvo enfrentado con la fuerzas de
gobiernos, apadrinadas por el imperialismo Yanky y con el visto bueno de Jimmy
Carter, presidente de los EEUU, con una ayuda que sobrepasaba millón de colones
casi a diario en armamento, y equipo hacia el ejército nacional, con la
finalidad de reprimir a un débil y bien convencido ejército guerrillero
conformado por campesinos, estudiantes, obreros y masa popular, convencidos de
la necesidad de crear mejores condiciones para las futuras generaciones sin
importar incluso sus vidas.
Es mucho lo que se puede hablar del pasado conflicto
bélico en El Salvador pero no sobrara mas de alguno que diga en la actualidad yo combatí en la
guerra, cosa que suena como algo de héroes y mártires, verdad, y a lo largo de
nuestras vidas no han difundido una versión luego otra hasta decirnos que unos
son los buenos y otros los malos, no importa
la versión que se nos den, lo que importa es reinvindicar a todos y todas
las hermanas y hermanos salvadoreños que ofrendaron sus vidas por el simple
pecado de ser campesinos, 933 víctimas CIVILES SI CIVILES , de los cuales 448
eran niñas y niños menores de 12 años, que no lograron ver su vidas realizadas
asesinados en el Mozote Morazán, en 1981 en época de vísperas de navidad en
manos del Coronel Domingo Monterrosa Barrios, héroe admirado por el alcalde de
mi ciudad, quiero entonces hacer un llamado a la cordura a la lógica del
pensamiento que se tomen en cuenta hechos nefastos que han marcado nuestra
historia y no olvidar esos pensamientos asesinos que hoy se quieren cubrir
aprovechándose de la ignorancia de mi pueblo sufrido, condenado a la miseria,
el desempleo, negándole la educación, la salud, y principalmente conocer su historia.
Interesado por ello quiero dejar de manifiesto mi total descontento
con el sistema educativo actual como base fundamental en el desarrollo de los
pueblos latinoamericanos ya que seguimos
enseñando a nuestros niños/as falsedades alejadas de una realidad que ya no se
puede ocultar, mas grave aun que en escenario como educación superior, se tenga
pasionismo por una bandera política creyendo que en ella se encierra un
pensamiento un ideal una ideología, no se puede avanzar de esa manera, por
ejemplo de la ignorancia de mi pueblo el alcalde se cambia de color de partido
político cuantas veces quiere y mi pueblo lo acepta como un gran líder, cosa
que solo en tierra de ignorancia sucede.
En tal sentido pido perdón por no estar de acuerdo con
líneas de pensamientos alejadas de cualquier sentimiento humanista, quienes
manifestando ser cristianos, han estado en presencia de actos de fusilamiento,
han rendido misas en honor a asesinos, si asesinos, genocidas y luego dirigen
misas para pedir por el pueblo, hay que
tener un poco de respeto y moral esos
valores que pregonan en sus mensajes, basta ya de insultar al hermano y hermana
salvadoreña.
Vamos todos a actuar desde nuestro pasado para construir
una nueva sociedad, con justicia social, sin matarnos unos a otros sin que el
pobre sea esclavo, sin pastores que se hacen ricos con el dinero de las
iglesias, sin lideres aprovechándose de su condición, sin mentiras, con respeto por el prójimo, sin maestros
preocupados por su salario y no por lo que enseñan, sin médicos y enfermeras,
preocupados por sus sueldos y no por la salud del pueblo, de los políticos no hablo al final el pueblo
los elige entonces cada pueblo tiene el gobierno que merece.
Walter Alfaro.